Cuando no puedes dejar de pensar en algo: sobre la rumiación mental o los pensamientos intrusivos…

En el día a día de una consulta de Psicología clínica, diría que casi a diario la gente me suele preguntar qué puede hacer para dejar de pensar en algo, claro, normalmente en algo negativo (que puede ser un pensamiento, un recuerdo, una imagen mental…). Esto es especialmente frecuente en aquellas personas que sufren ansiedad generalizada y entre quienes padecen un trastorno obsesivo-compulsivo, por ejemplo,  aunque diría que también sucede simplemente cuando no se deja de pensar en un problema laboral, económico, en un comentario crítico que se ha recibido, etc. Es decir, es más que probable que esto nos haya pasado a todos, eso sí, con distinto grado de sufrimiento según el temperamento y los recursos personales de cada uno.

Bien, ¿qué se puede hacer entonces? Lo primero que conviene tener claro es sencillamente que no se puede dejar de pensar, al menos mientras estemos despiertos (se mantiene el nivel de consciencia). Lo importante no es lo que pensamos sino lo que hacemos con lo que pensamos, ahí está la clave. En eso consiste lo que en psicoterapia cognitiva llamamos “defusión cognitiva”. Yo por ejemplo, a algunas personas cuando entran en bucle les recomiendo que “saquen sus pensamientos de la cabeza”, que los escriban en un papel para convertirlos en una “cosa” y que luego tiren ese papel a la basura. Es una forma de decir “yo no soy lo que pienso”, es decir, se trata de una estrategia para tomar distancia afectiva frente a lo que pienso. Para entender mejor esto, comparto aquí un artículo reciente publicado en el ABC y que me parece puede ser útil y esclarecedor en cuanto al tema que nos ocupa, a saber:

https://www.abc.es/bienestar/psicologia-sexo/psicologia/defusion-cognitiva-solucion-rumiacion-mental-20230504144120-nt.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.abc.es%2Fbienestar%2Fpsicologia-sexo%2Fpsicologia%2Fdefusion-cognitiva-solucion-rumiacion-mental-20230504144120-nt.html

Existen otro tipo de estrategias basadas en la meditación del pensamiento y en la atención plena que igualmente pueden ser de utilidad para tomar distancia frente a los  pensamientos ansiosos. Por ejemplo, un ejercicio como el siguiente basado en la visualización del pensamiento puede ser de utilidad cuando los pensamientos nos invaden y nos limitan. Su utilidad dependerá inevitablemente de la práctica:

https://www.youtube.com/watch?v=b_F6pgHLJ4E

Finalmente, no olvidemos tampoco los activos en salud: hacer ejercicio físico regular, protegernos evitando el aislamiento y la soledad, aprovechar el apoyo en familiares y amigos…